La historia de la primigeniamente denominada “Cofradía de Nuestra Señora del Carmen”, hoy día “Antigua y Venerable Archicofradía de Nuestra Señora del Carmen Coronada”, puede articularse en tres etapas bien diferenciadas a tenor de los acontecimientos que tuvieron lugar en el devenir de la corporación de origen carmelitano.

La primera, comprendida desde el siglo XVII -en que se tiene conocimiento de su existencia por un documento notarial, del Archivo Histórico Provincial de Málaga, fechado en 1660-, hasta 1930 -un año antes de los asaltos y quemas de iglesias y conventos producidos durante los días del 11 y 12 de mayo de 1931-.

La segunda, abarcaría el período de la II República (1931-1936) y la Guerra Civil en Málaga (18 de julio de 1936 – 8 de febrero de 1937).

La tercera y última, iniciada con el resurgimiento de la Hermandad en 1937 y extendida a 2013, en el que se cumple el 75 aniversario de la bendición de la actual efigie de la Virgen del Carmen, obra ejecutada por el escultor José Navas-Parejo Pérez.

Los orígenes de la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen debieron ser coetáneos al de la fundación del convento de frailes de la Orden de Carmelitas Descalzos -reformada por Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz- en el último decenio del siglo XVI, si bien el primer documento en el que ya está certificada su creación data del año 1660, aunque por las indicaciones recogidas en el mismo ya se aprecia su pleno funcionamiento en 1659.

Al carecerse del acta fundacional de la Cofradía del Carmen, no queda otra vía que la del planteamiento hipotético. La génesis de esta fraternidad forzosamente se originó en torno a la devoción de la Virgen del Carmen, advocación genuina y principal de la Orden de estos religiosos. Un primer núcleo de devotos, vecinos, quizás del Perchel, comenzaría a dotar sus fiestas, custodiar su altar y organizar su procesión.

En uno de esos documentos, datado en 1660, se ha obtenido la identidad del mayordomo más antiguo conocido, hasta la fecha, de la Cofradía del Carmen. Se llamaba Juan Parrilla.

En la década de los sesenta, tuvo lugar la  renovación de la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen, desaparecida en el último tercio del siglo XVIII como ha sido indicado.  Seguramente esta circunstancia se debiese al ánimo de un grupo de fieles a impulsar la alicaída  Hermandad. Para ello, y una vez dados los pasos pertinentes, se constituyó formalmente el 14 de agosto de 1863, redactándose unos Estatutos. Aunque la información es bastante parca parece ser que fue elegido hermano mayor Federico de Fata.

A partir de la fecha reseñada, la vida corporativa marchó con absoluta normalidad hasta el último decenio de la centuria decimonónica, en que surgieron serios problemas internos y de carácter  económico, quedando disuelta la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen. Ante esta delicada situación una Junta de Festejos asumió la responsabilidad de sacar la imagen de la Virgen  entre 1897 y 1899. La primera noticia que se posee de una salida procesional de la Virgen del Carmen en el siglo XX está fechada en 1915, concretamente el 26 de julio de 1915.

Casi  un mes después  de la declaración republicana, concretamente los días 11 y 12,  se  produjeron en varios lugares de España y muy especialmente en Málaga graves atentados contra edificios del estamento  eclesiástico. La imagen de la Virgen del Carmen fue arrojada desde el interior del camarín a la nave del templo.

Pasado un tiempo la Cofradía del Carmen se recompuso de esta tragedia intencionada que había supuesto la pérdida de su Titular mariana, teniendo por ello que encargar  al  conocido  imaginero antequerano Francisco Palma García la realización de una nueva hechura.

En 1936, volvieron a registrarse incidentes en los días posteriores al 18 de julio,  pero esta vez sin la virulencia de los del 11 al 12 de mayo de 1931. La iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen fue nuevamente saqueada y destruido lo poco que pudo ser reconstruido o salvado de los citados sucesos de 1931. En una relación de objetos desaparecidos figuraba, entre otros, la talla de “Stma. Virgen del Carmen”.

La  actual  imagen  de la Virgen del Carmen fue bendecida el 7 de julio de 1938, una talla obra del conocido imaginero  José Navas Parejo. En los años setenta la Hermandad realizó un nuevo cambio en la organización procesional. La Virgen del Carmen sería llevada a primeras horas de la mañana a la Lonja de Pescadería y por la tarde se procedería al desfile. Así, el 25 de julio de 1976, se trasladó la imagen desde su parroquia al puerto.

Durante los años ochenta y noventa la Hermandad no atravesó por buenos momentos. Sería en el año 2000 cuando la Hermandad alcanzó nuevamente un periodo de esplendor traducido en la normalización corporativa, la dotación patrimonial y sobre todo la Coronación Canónica de la Virgen del Carmen. Tras la petición oficial solicitada por los hermanos, el  obispo Antonio Dorado Soto decretaba  la autorización el 16 de julio  de 2003.